viernes, 3 de enero de 2014

Las ventanas, los ojos del alma por Eva Morral.


¿Sabías que según el Feng Shui una ventana que no se abre no se considera un lugar de salida de chi?

En otras ocasiones os he comentado que las puertas representan la boca de la casa, el lugar por excelencia por donde entra la energía al hogar. Sin embargo, las ventanas son sus ojos; los ojos del alma.
Las ventanas nos permiten mirar y contemplar el mundo exterior y, a la vez, mostrarle a ese mundo como es el alma de la familia.
Las ventanas sin cortinas son como ojos sin párpados. Las ventanas deben mostrar y ocultar al mismo tiempo buscando ese equilibrio yin yang para poder mirar y ser mirados sin ver afectada nuestra intimidad. Debemos buscar establecer un puente de conexión entre el mundo interior (íntimo) y el exterior (público).
Así pues si tenemos una mesa de estudio o trabajo de tal modo que mirando por la ventana vemos directamente una carretera que viene hacia nosotros o nos apunta el borde de un edificio o un árbol muerto es aconsejable protegernos ante el shar chi con una cortina gruesa. Es importante atender a qué vemos por la ventana para evitar que estructuras agresivas o flechas envenenadas generen graves consecuencias en nuestro interior.

Una ventana que llega al suelo se considera un lugar de paso, es decir, una puerta. No es una ventana sino una abertura en la pared. No es un lugar apropiado para sentarnos al lado, observar, meditar,... En definitiva poder contemplar el mundo que nos rodea (yang) desde una posición protegida y privada (yin).

¿Qué sensación os produce una habitación sin ventanas? ¿Aislamiento? En este caso nos encontramos ante una situación donde no se nos permite de forma natural conectar con el mundo exterior, con la naturaleza, con la luz y con la comunidad. Perdemos esa conexión con el entorno que también forma parte de nosotros.

¿Y qué decir de las ventanas que no pueden abrirse? Las ventanas que no pueden abrirse no son ventanas. Son una extensión de la pared con diferente material. Lo mismo sucede con las ventanas que pueden abrirse y no se abren: las consideramos como una pared. Esta consideración nos puede ser útil en los casos que necesitemos crear protección interior. Por ejemplo, una persona que duerme con una ventana que suele abrir a su derecha, tendrá una protección celestial de tigre blanco débil. Si la mantiene cerrada, actuará de pared y le aportará mayor protección. Será entonces interesante atender si es conveniente o no mantener esa ventana abierta mucho tiempo según un análisis de estrellas voladoras y ver si tiene representación de tigre blanco en el exterior.
En los casos que la persona duerme con la coronilla apuntando a una ventana o en los que se sienta dando la espalda a la misma, le perjudicará en su bienestar, generando malestar y falta de apoyo celestial .

¿Entonces no ventilamos la casa? Si, siempre. Es importante renovar el aire. Tener ventanas cerradas dependerá de muchos factores como he ido exponiendo. Es más importante dejar entrar la energía por el sector más propicio y favorable que no permitir abrir todos los frentes que puedan aportarnos conflictos, sufrimiento y obstáculos.

Las ventanas correderas tienen un movimiento cortante semejante a las guillotinas y por eso en la cultura china se prefieren las ventanas que pueden abrirse de par a par. Así la energía fluye con el movimiento...


El tamaño de las ventanas principalmente no importa. Su repercusión dependerá del tipo de materia y cristal que nos permita ver el exterior recordando que estamos protegidos en el interior. Unos ventanales muy grandes y en cantidad nos darán la sensación que el exterior nos invade. En estos casos será muy aconsejable el uso de cortinas o biombos. Del mismo modo que decimos que por la puerta entra el chi, diremos que por las ventanas grandes, la energía se escapa. En muchos casos, graves problemas de salud y pérdidas financieras tienen que ver con este hecho: la energía y el calor que se crea en el interior se va y no permite expresarse en su esencia. Entonces, las ilusiones, las virtudes, los esfuerzos, las acciones,... se pierden y nuestros talentos se ven desaprovechados.
Del mismo modo, una puerta enfrentada a una ventana que suele abrirse hará que la energía que entre, se vaya.

En Feng Shui siempre buscaremos el equilibrio entre las energías yin yang, por lo que cada casa tendrá una lectura diferente. En los casos en que nos encontramos habitaciones muy pequeñas, una ventana grande nos ayudará, por lo contrario, a disipar el exceso de energía yin.

¿Cuantas cosas podemos cambiar según nuestra forma de observar cuanto nos rodea? Todos buscamos el equilibrio en nuestras vidas. Algo tan sencillo como atender al análisis de estrellas voladoras nos permitirá conocer qué áreas de nuestro hogar necesitan de movimiento o quietud. Habrá casos en que será interesante abrir ventanas para activar estrellas prósperas de orientación y, en otras, todo lo contrario, buscaremos evitar activar estrellas de enfermedad, discusiones, etc,..

Así pues, en una mirada, puedes aprender a ver a través del espejo de tus ojos para reflejar esa realidad que tu eres: yin yang. Una alma que no vive aislada y que forma parte del todo.

Todo está vivo. Todo está relacionado.




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