Nos acercamos al solsticio de invierno y comenzamos con los preparativos
para celebrar estas Fiestas de Navidad. La actividad es latente, todos los
comercios nos ofrecen sus mejores galas, las calles se visten de luces,
adornamos e iluminamos jardines y parques, los niños ensayan villancicos y nos
encontramos organizando y proyectando estos días festivos para gozarlos en
familia, con amigos, de vacaciones o también de forma más religiosa. Las
variantes son múltiples, pero la energía que nos rodea conecta con nuestro
interior y nos predispone a celebrar el “nacimiento del
Sol invicto”, una nueva etapa de esperanza, un NUEVO
AÑO.
Preliminares
Siguiendo la tradición, acabamos de entrar en ADVIENTO, que son estos días
previos al solsticio y que consiste en un tiempo de vigilia y preparación para
la llegada de la luz o el nacimiento.
También en Feng Shui, para recibir la energía del Nuevo Año, tenemos que
ocuparnos de “hacer espacio”, de vaciar, para que la prosperidad y la
abundancia entren en nuestras vidas. Durante estos días es importante hacer
limpieza y eliminar todo aquello que no usamos, o que esté deteriorado. A
parte de la limpieza física, es interesante desechar aspectos negativos de
nuestra personalidad, actitudes que no nos benefician, prepararnos para atraer
buenas vibraciones futuras.
La puerta de entrada
Uno de los símbolos de Adviento es la corona. En Feng Shui, si colocamos la
corona en la puerta de entrada estamos activando la energía de prosperidad
hacia nuestra casa. Si podemos confeccionarla con ramas de pino, piñas o
frutas, fomentamos la abundancia. Debemos iluminar la entrada, revisar el
estado de las bisagras, y eliminar obstáculos tras la puerta para que la
apertura sea completa, de esta forma incrementamos la energía entrante. También
recomendamos colocar cerca de la puerta de entrada, un pequeño recipiente con
dulces, turrón, monedas de chocolate, como símbolo de bienvenida, de abundancia
y prosperidad.
La decoración interior
En el interior, podemos adornar y decorar la casa en base a los objetivos o
deseos que queramos para el año entrante.
Como elementos activadores podemos usar las luces, las velas, los colores,
los sonidos, los olores y resto de objetos símbolos de Navidad.
Las luces, activarán la zona donde se encuentren, más
si están son parpadeantes y dependerán del color que emanen.
Las velas, y el fuego, son elementos purificadores y simbolizan la
victoria de la luz sobre las tinieblas. Ayudan a clarificar ideas o deseos, o a
su realización.
Los colores para atraer la abundancia y la prosperidad
son los dorados, el rojo, el púrpura y los verdes.
Los sonidos. La música activa la energía y durante estas fechas
podemos escuchar villancicos o sonidos instrumentales metálicos, incluidas las
campana que son elementos que llaman a la prosperidad.
Los olores, usa fragancias agradables, de flores
frescas, de velas aromatizadas, de aceites esenciales para disfrutar de
un ambiente relajante. Los más recomendado son los cítricos como la mandarina y
el limón, la canela, el clavo, etc.
El árbol de Navidad, símbolo de fecundidad e inmortalidad, se
asocia a la fuerza interior, vitalidad y longevidad. Bien engalanado, con
objetos decorativos como bolas, luces, lazos y también con objetos personales
que pueden ser simbólicos o imágenes o texto, (un juguete o una miniatura, una
foto o un dibujo o escribe tu deseo en una tira de papel y enrollado cuélgalo
en el árbol con un lazo o con otro adorno) El objetivo es impregnar nuestro
deseo con esa fuerza vital y perenne del árbol.
La estrella, en lo alto del árbol colocamos una estrella o un ángel
que sirva de guía a nuestros deseos.
El Belén o pesebre, simboliza el “nacimiento” y le acompañan
todos los reinos de la naturaleza: el mineral, el vegetal, el animal, el humano
y lo divino (el hijo de Dios), y Reyes y pastores se acercan para
adorarlo. Es una energía de inicio, de revelación. Colocaremos un Belén
cuando deseamos que algo se presente o suceda en el nuevo periodo. En su
decoración usaremos también objetos personales que simbolicen ese deseo que
queramos que se produzca durante el año entrante.
Objetos personales. Podemos decorar nuestro hogar con objetos
personales que simbolicen nuestros deseos. Por ejemplo, si deseamos que perdure
nuestro matrimonio o nuestra relación de pareja podemos usar lazos rojos
(símbolo de unión) o corazones rojos que colocaremos en el árbol para que esa
relación se nutra de la energía vital del árbol. Si deseamos encontrar una
pareja, podemos colocar un corazón u objetos en color rosa cerca del Belén.
Si nuestro deseo está relacionado con una casa, podemos usar una
miniatura, un dibujo o escribirlo en un papel, y colocarlo junto a una vela, o
una planta natural, o rodearlo con una guirnalda. Para recuperar nuestra
salud usaremos objetos de color verde. Usemos nuestra creatividad y recuperemos
nuestro espíritu de niños, alegre y confiado.
¿Tienes previsto decorar tu casa? Te animo a que por unos días te centres
en ti y en tus deseos y generes un espacio personal de esperanza invocando a un
Nuevo Año Próspero y Feliz.
Lourdes Galarraga Consultora e Instructora de APFSHH
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