martes, 13 de mayo de 2014

Los ocho trigramas del Yi Ching Por Sallie Tsui Sien


Entender los ocho trigramas es fundamental para entender y aplicar un Feng Shui efectivo. Los ocho trigramas (también llamados bagua) son la raíz de los 64 hexagramas del Yi Ching (también pronunciado I Ching). Cada uno tiene sus múltiples significados, connotaciones y símbolos. Vamos a ver los diferentes significados de los trigramas.
Cada línea del trigrama se llama “yao”. La esencia del yin y el yang está representada en una línea entera o rota de cada yao y su posición en el trigrama mismo. La línea sólida (-) es un yao yang, y la rota (--) es un yao yin.
Por ejemplo, el trigrama chien  se representa mediante tres líneas enteras, lo que lo hace yang. 
En cambio el trigrama kun  se representa mediante tres líneas rotas, lo que lo hace yin. 
Otro ejemplo: el trigrama chen  se representa con una línea entera en el primer yao (empezando por abajo) y dos líneas rotas en el segundo y tercer yao, lo que lo hace un trigrama yang.
Estos trigramas, hechos por tres yaos, nos dicen mucho. Cada trigrama indica una dirección y se asocia con un elemento, forma y color. Cuando analizamos qué influencias tienen estos trigramas sobre las personas, hay que tener en cuenta su género y posición dentro de la familia. La identidad de cada trigrama también tiene relación con el carácter de la persona y la parte del cuerpo que puede verse afectada. Entendiendo los trigramas, un profesional puede predecir el estado de salud de una vivienda o las enfermedades que puede sufrir un habitante cuando está bajo la influencia de una estrella voladora desfavorable.
Los ocho trigramas del bagua del último cielo son:
 La posición del trigrama chien es el noroeste. Representa el patriarca. Su elemento es metal, y el número 6 del cuadro loshu. Sus propiedades elementales también representan la cabeza y los pulmones. Las enfermedades relacionadas son problemas en los pulmones y en el cerebro.
 La posición del trigrama kun es el suroeste. Representa la matriarca. Su elemento es tierra, y el número 2 del cuadro loshu. Sus propiedades elementales representan el área del estómago. Las enfermedades relacionadas están en la piel, el sistema digestivo y el reproductor.
 La posición del trigrama chen es el este. Representa el primer niño. Su elemento es madera, y el número 3 del cuadro loshu. Sus propiedades elementales representan extremidades. Las enfermedades relacionadas son problemas en el hígado y lesiones en las extremidades.
 La posición del trigrama shun es el sureste. Representa la primera niña. Su elemento es madera, y el número 4 del cuadro loshu. Sus propiedades elementales representan las caderas. Las enfermedades relacionadas están en  la bufeta y el hígado. 
 LA posición del trigrama kan es el norte. Representa el segundo niño. Su elemento es el agua y el número 1 del cuadro loshu. Sus propiedades elementales representan las orejas. Las enfermedades relacionadas están en el bazo, sangre y orejas.
 La posición del trigrama li es el sur. Representa la segunda niña. Su elemento es el fuego y el número 9 del cuadro loshu. Sus propiedades elementales representan los ojos. Las enfermedades relacionadas están en el corazón y los ojos. 
 La posición del trigrama gen es el noreste. Representa el tercer niño. Su elemento es la tierra y el número 8 del cuadro loshu. Sus propiedades elementales representan las manos. Las enfermedades relacionadas están en el sistema digestivo, nariz y articulaciones. 
 La posición del trigrama tui es el oeste. Representa la tercera niña. Su elemento es el metal y el número 7 del cuadro loshu. Sus propiedades elementales representan la boca. Los problemas respiratorios y las úlceras de boca son dos afecciones relacionadas al trigrama tui.
Los significados y las implicaciones de los trigramas dan pistas muy valiosas para crear un equilibrio y atraer un fengshui auspicioso.
Cuando valoramos el concepto básico y subyacente de este arte, vemos que el fengshui tiene una proximidad muy lógica con nuestro entorno y el espacio que habitamos. El reto de la práctica del fengshui reside en sus muchas teorías, métodos e interpretaciones, tratados con profundidad en los cursos de Sallie.
  

viernes, 2 de mayo de 2014

Feng Shui y los niños por Montserrat Sanchez

Quiero contaros un caso práctico, donde la aplicación del Feng Shui dio sus frutos. Este caso me toca muy de cerca, ya que ocurrió con mi hijo pequeño.


Hace un año, al aproximarse el verano, mi hijo que entonces tenía 11 años, se pasaba los fines de semana metido en casa, ya fuera pegado al ordenador, o a la Play, etc, supongo que los que tenéis hijos de esta edad, ya sabéis de qué os hablo. Pues bien, cuando yo le decía que porqué no se bajaba a la urbanización, donde estaban chicos/as jugando, me respondía que apenas los conocía, que él prefería quedarse en casa…

No le creí. Yo estaba segura que quería hacerlo, pero su timidez le impedía dar el primer paso, así que le dije: “¿Quieres que el Feng Shui te ayude?” Me miró incrédulo, pero pudieron más sus ganas de relacionarse, así que contestó: “Vale. ¿Qué tengo que hacer?”.

Y nos pusimos manos a la obra. Comenzamos por limpiar, tirar lo que ya no servía y ordenar. Le expliqué que de nada serviría colocar “algo” que atrajera la amistad si la energía que entraba en su habitación estaba estancada. Teníamos que “moverla”.

Cuando ya dejamos su dormitorio en orden, le expliqué en qué zona de su habitación se encontraban las diferentes áreas que trabaja el Feng Shui de la Escuela de la Forma, y en la zona de Relaciones, que era la que él necesitaba potenciar, colocaríamos unas fotos.

Eligió fotos que tenía con amigos del cole, que le traían buenos recuerdos, y compramos unos marcos en color rojo (ya que es uno de los colores que potencian esta zona) y los colgamos en la pared.

También le dije que él tendría que poner de su parte, por ejemplo, imaginando cómo sería si tuviese amigos en la urbanización, qué harían, qué hablarían…en fin crear lo que deseaba.

No pasó ni un mes cuando un día, viniendo de la calle, apareció en el portal un chaval al que no veía desde casi un año antes, y que le dijo: “Hola Alex. ¿Te vienes al patio?”. Mi hijo me miró como si no diera crédito, y le dije: “si quieres, ¡adelante!”.

Tengo que decir que ese fue el principio del fin de fines de semana o vacaciones metido en casa pegado a un videojuego. Ahora, me llama pidiendo por favor: “15 minutos más”.

Lo mejor de todo es que ya sabe que el Feng Shui funciona. Y cuando hace poco remodelamos su habitación, lo primero que me preguntó fue: “Mamá ¿Dónde estaba la zona de la Riqueza? Es que quiero colocar mi dinero ahí”. Tiene muy claro que tiene una responsabilidad frente a la familia, ya que su habitación se encuentra en la zona de la FAMA, y que su estado repercutirá en todos, con lo cual, cuida de ella mucho mejor que otros adolescentes.


Consultora de feng shui de la APFSHH en Madrid