¿Sabías que
según el Feng Shui una ventana que no se abre no se considera un lugar de
salida de chi?
En otras
ocasiones os he comentado que las puertas representan la boca de la casa, el
lugar por excelencia por donde entra la energía al hogar. Sin embargo, las
ventanas son sus ojos; los ojos del alma.
Las ventanas
nos permiten mirar y contemplar el mundo exterior y, a la vez, mostrarle a ese
mundo como es el alma de la familia.
Las ventanas
sin cortinas son como ojos sin párpados. Las ventanas deben mostrar y ocultar al
mismo tiempo buscando ese equilibrio yin yang para poder mirar y ser mirados
sin ver afectada nuestra intimidad. Debemos buscar establecer un puente de
conexión entre el mundo interior (íntimo) y el exterior (público).
Así pues si
tenemos una mesa de estudio o trabajo de tal modo que mirando por la ventana
vemos directamente una carretera que viene hacia nosotros o nos apunta el borde
de un edificio o un árbol muerto es aconsejable protegernos ante el shar chi
con una cortina gruesa. Es importante atender a qué vemos por la ventana para
evitar que estructuras agresivas o flechas envenenadas generen graves
consecuencias en nuestro interior.
Una ventana que
llega al suelo se considera un lugar de paso, es decir, una puerta. No es una ventana sino una abertura en la
pared. No es un lugar apropiado para sentarnos al lado, observar, meditar,... En
definitiva poder contemplar el mundo que nos rodea (yang) desde una posición
protegida y privada (yin).
¿Qué sensación
os produce una habitación sin ventanas? ¿Aislamiento? En este caso nos
encontramos ante una situación donde no se nos permite de forma natural
conectar con el mundo exterior, con la naturaleza, con la luz y con la
comunidad. Perdemos esa conexión con el entorno que también forma parte de
nosotros.
¿Y qué decir de
las ventanas que no pueden abrirse? Las ventanas que no pueden abrirse no son
ventanas. Son una extensión de la pared con diferente material. Lo mismo
sucede con las ventanas que pueden abrirse y no se abren: las consideramos como
una pared. Esta consideración nos puede ser útil en los casos que necesitemos
crear protección interior. Por ejemplo, una persona que duerme con una ventana
que suele abrir a su derecha, tendrá una protección celestial de tigre blanco
débil. Si la mantiene cerrada, actuará de pared y le aportará mayor protección.
Será entonces interesante atender si es conveniente o no mantener esa ventana
abierta mucho tiempo según un análisis de estrellas voladoras y ver si tiene
representación de tigre blanco en el exterior.
En los casos
que la persona duerme con la coronilla apuntando a una ventana o en los que se
sienta dando la espalda a la misma, le perjudicará en su bienestar, generando
malestar y falta de apoyo celestial .
¿Entonces no
ventilamos la casa? Si,
siempre. Es importante renovar el aire. Tener ventanas cerradas dependerá de
muchos factores como he ido exponiendo. Es más importante dejar entrar la
energía por el sector más propicio y favorable que no permitir abrir todos los
frentes que puedan aportarnos conflictos, sufrimiento y obstáculos.
Las ventanas
correderas tienen un movimiento cortante semejante a las guillotinas y por
eso en la cultura china se prefieren las ventanas que pueden abrirse de par a
par. Así la energía fluye con el movimiento...
El tamaño
de las ventanas principalmente no importa. Su repercusión dependerá del tipo de
materia y cristal que nos permita ver el exterior recordando que estamos
protegidos en el interior. Unos ventanales muy grandes y en cantidad nos darán
la sensación que el exterior nos invade. En estos casos será muy aconsejable el
uso de cortinas o biombos. Del mismo modo que decimos que por la puerta entra
el chi, diremos que por las ventanas grandes, la energía se escapa. En muchos
casos, graves problemas de salud y pérdidas financieras tienen que ver con este
hecho: la energía y el calor que se crea en el interior se va y no permite
expresarse en su esencia. Entonces, las ilusiones, las virtudes, los esfuerzos,
las acciones,... se pierden y nuestros talentos se ven desaprovechados.
Del mismo modo,
una puerta enfrentada a una ventana que suele abrirse hará que la energía que
entre, se vaya.
En Feng Shui
siempre buscaremos el equilibrio entre las energías yin yang, por lo que cada casa tendrá una lectura
diferente. En los casos en que nos encontramos habitaciones muy pequeñas, una
ventana grande nos ayudará, por lo contrario, a disipar el exceso de energía
yin.
¿Cuantas cosas
podemos cambiar según nuestra forma de observar cuanto nos rodea? Todos buscamos el equilibrio en nuestras
vidas. Algo tan sencillo como atender al análisis de estrellas voladoras nos
permitirá conocer qué áreas de nuestro hogar necesitan de movimiento o quietud.
Habrá casos en que será interesante abrir ventanas para activar estrellas
prósperas de orientación y, en otras, todo lo contrario, buscaremos evitar
activar estrellas de enfermedad, discusiones, etc,..
Así pues, en
una mirada, puedes aprender a ver a través del espejo de tus ojos para reflejar
esa realidad que tu eres: yin yang. Una alma que no vive aislada y que forma
parte del todo.
Todo está vivo.
Todo está relacionado.
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